Cuanta pasión genera en todo el planeta el fútbol. Cuánto mueve y cuanto genera en todos los rincones.
Para muchos, entre los que me cuento, es la actividad lúdica más importante del planeta. No solo por la pasión con la que se vive sino por lo extendido de la misma.
Más que un deporte para muchos es un rito. Es un rito ir a la cancha todas las semanas, como lo es practicarlo de forma amateur para otros tantos.
De ahí pudiéramos inferir el éxito del FIFA de EA Sports o el mismo PES de Konami. Un par de videojuegos que no solo por su calidad gráfica y jugabilidad triunfan desde 1994 inundando el mercado, sino también por representar el juego en si.
El deporte más practicado, más seguido y más visto en todo el mundo, inclusive por encima de los Juegos Olímpicos que reúnen cada cuatro años a casi todos los deportes que se practican.
El fútbol, el deporte que más dinero mueve. Con una institución regente como la FIFA, de quien se afirma sería una de las instituciones más fuertes de todo el mundo por su carácter supranacional y las cantidades que maneja, la influencia que tiene sobre países y su gente.
Todo esto hoy no vale, todo esto es incapaz de hacerle frente a un microorganismo que nos ha demostrado la fragilidad humana y que además ha sido capaz de paralizarlo todo, hasta al fútbol.
Entonces hoy vemos que el fútbol no es tan importante. Que se detuvieron las ligas, se detienen las copas, se suspenden las eliminatorias y aquí estamos. Estamos sin partidos en vivo, estamos sin jugarlo.
El día de mañana cuando veas a un fanático robando un trapo o una bandera de una barra contraria en cualquier país donde esta ridiculez aún sucede, te darás aún más cuenta de la estupidez que representa la violencia en las gradas.
Porque el mundo seguirá girando con fútbol o sin él, contigo o sin ti. Porque la vida es efímera y una “simple” pandemia lo ha demostrado poniendo en jaque a todo y a todos.
Cuando retorne la normalidad, seguramente en un nuevo y diferente contexto, disfrutemos más aún del fútbol, que vuelva la pasión de siempre pero con más criterio. Entendiendo que el rival es uno igual que tu, empezando por su mejor jugador y terminando por su peor fanático.
Que el fútbol luego siga uniendo más que separar y las gradas sean definitivamente un espacio para disfrutar todos juntos, rivales o no, del deporte más apasionante del planeta.
Por @Naranjazos