Por años se viene afirmando que el fútbol no aguantaría mucho tiempo la locura salarial y de costos de fichajes inflados por los clubes poderosos.
En el fútbol venezolano es, aparte de sospechoso, imposible de sostener con sentido común algunos fichajes de determinados equipos.
Y mientras pasaban los años y estas cifras seguían engordando, todos creían que el tema salarial iba a caer por su propio peso.
Pero no fue su propio peso, sino el efecto directo de la pandemia por el covid-19.
Uno de los que comenzó a negociar esta rebaja salarial fue el FC Barcelona, no en balde es el equipo con más gastos en esa área. No bajar los salarios a la plantilla del primer equipo de fútbol podría acabar con todas sus secciones deportivas y la institución en si.
Otros equipos de la liga española ya lo estudian y desde la Bundesliga hasta la Serie A también revisan este tema, caso más visible la Juventus quienes ya habrían acordado una rebaja salarial de un 30% en toda su plantilla.
En esta todos tienen que perder para poder salvarse. Y es que todos tienen que perder para poder ganar.
La Conmebol por su parte anunció bajar de forma adelantada parte de los fondos destinados a Copa Libertadores, tema que sin duda ayudará a los equipos que compiten en el torneo que tampoco tiene fecha de reinicio.
La crisis que sacude al fútbol y que sin duda tendrá un impacto económico que aún es difícil de calcular, también llegará al fútbol venezolano aunque de esto aún no se hable públicamente o se manifieste algún plan en ese sentido. Todos están a la espera.
En Argentina ya los equipos están tomando acciones y conversan con la AFA. Califican la situación como catastrófica y rebajarán como sea los salarios de los que más cobran.
Y así se irán sumando todas las federaciones y las ligas en un contexto difícil y que definirá otra situación general muy distinta de cara al futuro.
Números más austeros, más reales y que permitan algo más justo en la competencia por los mejores valores del mercado.