Masacre en Lisboa, absolutamente superiores, un Bayern Munich que le pasó por encima a un Barcelona que fue menos desde la pizarra.

El Bayern demostró por qué era el favorito y Quique Setién por qué genera tantas dudas.

Mientras el Bayern fue a lo suyo, el Barcelona fue con un invento más.
Un invento fatal que fue como un suicidio ante el monstruo alemán.

Ultimo partido de Setién, que solo la necedad de una directiva mediocre como la del Barca, sería capaz de sostenerlo en el banquillo.